Teoría y Guía de lectura "El gaucho insufrible"

Entre Hernández y Borges, Bolaño

El nombre del escritor chileno Roberto Bolaño es relativamente nuevo dentro del campo de la literatura latinoamericana y universal. Admirador de Jorge Luis Borges, Bolaño retoma la idea de plantear un texto en diálogo don otros textos. Para él, Escribir es releer un texto anterior y así, en parte, reescribirlo. En “El gaucho insufrible”, toma los tópicos de Martín Fierro y los cruza con elementos presentes en el cuento “El sur”, de Borges.

 Martín Fierro y Manuel Pereda

Al iniciar la historia, Manuel Pereda, al igual que Fierro, se ha quedado sin familia y sin hacienda.  Sin familia por ser viudo desde muy joven y por ver a sus hijos emprendiendo nuevas vidas, lejos de la casa paterna. Sin hacienda, si lo tomamos de modo amplio: las acciones del cuento se ubican en la Argentina de 2001, año en que una crisis financiera y política, generada por el límite a la extracción del dinero en efectivo de los bancos, provocó diversas protestas sociales. Estas manifestaciones acarrearon la renuncia a la presidencia de Fernando de la Rúa, y en el caso de Pereda, un exilio al campo. Como víctima de la situación, ya no tiene dinero ni para pagarle a sus sirvientes y desea que, al menos, en su estancia de campo, tengan algo que comer.

Si retornamos al poema de Hernández, recordamos que Fierro es llevado a la frontera; en cambio, Pereda emprende la partida por decisión propia, si bien la situación económica lo apremia.

Al llegar a Capitán Jourdan, el abogado recuerda a un personaje de Borges, del cuento “El Sur”: Juan Dahlmann. En el relato de Borges, Dahlmann ha sufrido una herida en su frente, y su estado de salud se agrava con el pasar de los días; en su agonía, sueña que viaja al sur de la provincia de Buenos Aires, donde encuentra la muerte heroica que le habría gustado tener al aceptar un duelo de cuchillos con un gaucho. Sabemos ya que también Fierro y Pereda tendrán su oportunidad con el cuchillo.

En el caso de Fierro, preso de la ira por haber perdido a su familia, se embriaga y mata al moreno; por su parte, Pereda hiere a un supuesto escritor, amigo de su hijo. El duelo de Fierro ocurre en una pulpería; el de Pereda, en un bar de la Ciudad de Buenos Aires, puesto que el espacio de la pampa ya no es propicio para este tipo de contiendas. Algo ha cambiado en el escenario que Pereda imaginaba encontrar.

Un gaucho desencantado

Desde su exilio, Manuel Pereda comienza un viaje hacia un pasado perdido. Llega a la estancia de la que había partido siendo un niño. Una vez instalado allí, busca caballos y vacas, intenta demostrar su condición de gaucho ante los pueblerinos, se hace de un cuchillo; pero en ese lugar, apartado de la ciudad, ya nada es lo que era. El ganado ha sido suplantado por conejos; y los gauchos ya no están dispuestos a pelear por el honor y, en cambio, prefieren ocuparse en juegos de mesa o llevan el sugestivo nombre de don Dulce.

La vuelta al tópico civilización y barbarie

A pesar de que la sirvienta de “El gaucho insufrible” haga mención de la crisis que atraviesa Buenos Aires, Pereda deberá tomar conciencia de que el lugar hacia el que ha escapado es también un mundo en crisis, un mundo marcado por el desarrollo.

Sin embargo, a pesar de esta desazón, podemos pensar que la díada civilización y barbarie, postulada desde los autores románticos, es subvertida en el cuento de Bolaño. Mientras que en Buenos Aires impera el caos (“la ciudad estaba llena de mendigos y la gente decente hacía ollas comunes en los barrios para tener algo que echarse al estómago. Había como diez tipos de moneda, sin contar la oficial”): en la pampa, se abre un espacio para la reflexión, y es posible entablar lazos con los otros (“Por las noches, a la luz de una hoguera, Pereda mataba el tiempo contándoles aventuras que solo habían sucedido en su imaginación. Les hablaba de la Argentina, de Buenos Aires y de la pampa, y les preguntaba con cuál de las tres se quedaban”).

Finalmente, Manuel Pereda deberá elegir entre el campo y la cuidad, entre la invertida civilización y barbarie. Su decisión es clara: retornar a la estancia Álamo Negro significará reencontrar la paz perdida, a pesar de que ese mundo idílico ya no se parezca al que presentaba la gauchesca. En todo caso, Buenos Aires no le brinda ninguna respuesta a Pereda; al menos en la pampa están los otros, que lo aceptan, y allí pueden pensar cómo continuar su destino.

Los gauchos judíos

Al referirnos a Hernández, hemos mencionado cómo, en su poema, promovía la reinserción del gaucho, e iba en desmedro de la figura del indio y de las políticas inmigratorias defendidas desde el liberalismo. Además, la Argentina es considerada un “crisol de razas”. Esta metáfora alude a una sociedad conformada por inmigrantes de distintas nacionalidades, etnias y culturas, que, fusionadas, integran una nueva comunidad. En ese crisol, aparece un personaje de porte rústico, que  toca la guitarra y anda a caballo como el conquistado; que usa poncho, boleadoras y toma mate como el indio, y que esgrime su coraje frente a la adversidad en la inmensa pampa argentina: el gaucho.

Ahora, como retoma Bolaño estos conceptos. En “El gaucho insufrible”, aparece esta idea de cruce de culturas, etnias y nacionalidades. El hombre que viaja junto a Pereda en el tren es un “tipo aindiado”, o don Dulce tiene ojos claros y ciertas costumbres de su familia le recuerdan a Pereda las costumbres de su esposa, que era judía.

Pereda cree que don Dulce podría ser un habitante de Villa Luro que ha llegado a su estancia no hace mucho tiempo, pero sus reflexiones en torno al personaje nos llevan también a recordar a los gauchos judíos. Se llamó de este modo a los inmigrantes judíos que se instalaron en regiones fértiles de la Argentina para dedicarse a la agricultura. El término fue inventado por el escritor Alberto Gerchunoff en su libro Los gauchos judíos (1910).

Las primeras familias judías llegaron a nuestro país en 1888. Al año siguiente, comenzó la inmigración de la comunidad judía a través de una asociación dirigida por el barón Mauricio de Hirsch, que compró tierras donde miles de judíos provenientes de Rusia, Rumania y otros lugares de Europa oriental se instalaron para vivir, trabajar y desarrollarse. Esta inmigración estaba en consonancia con las políticas liberales ya mencionadas y, en referencia al texto de Bolaño, recordemos que el apellido de la esposa de Pereda era Hirschman, y guarda relación con el barón de Hirsch y la adquisición de tierras en la pampa argentina.

Consignas de trabajo

1.      Redacten dos breves descripciones de un gaucho. En una de ellas, incluyan las características del gaucho que Pereda construye en su imaginario personal y en otra, la visión del gaucho que el personaje encuentra en Capitán Jourdan.

2.      ¿Cómo es la relación de Pereda con los otros personajes? Expliquen el atributo de insufrible.

3.      La literatura es un factor muy importante en la vida de Manuel Pereda.

a.       ¿De qué modo justificarían la afirmación anterior? Extraer momentos del relato en los que Pereda menciona la literatura o nombres de autores.

b.      ¿Consideran que la lectura ha influido en su decisión de convertirse en un gaucho? Justifiquen su respuesta.

4.      Al analizar Martín Fierro, mencionamos las acciones que determina el camino del héroe. En el periplo de Manuel Pereda, ¿es posible reconocer este camino épico? Analicen y ejemplifiquen.

5.      Luego de su llegada a Álamo Negro, Pereda intenta instaurar el mundo del gaucho que tenía en su imaginario.

a.       Indiquen cuáles son las acciones que realiza al respecto y determinen en cada caso si logra concretarlas.

b.      ¿Podríamos decir que se topa constantemente con una imposibilidad?

6.      A partir de las respuestas anteriores, determinen si el personaje de Bolaño es un héroe o un antihéroe. Justifiquen.

7.      Marquen correspondencias entre la  historia de Pereda y este fragmento de “El Sur”, de Borges: “No era el que fue en Constitución, al dejar el andén: la llanura y las horas lo habían atravesado y transfigurado”.